jueves, 31 de marzo de 2016

31.03.16




Sonreír al recordarte es lo más fácil que puedo hacer, lo que en realidad cuesta trabajo es evitar que mis ojos se humedezcan por ti...

Quizá por la fecha que se avecinaba, ayer volví a acordarme de ti, de la forma más inesperada y sorpresiva;  eso no significa que nunca te recuerde, simplemente es que aún me dueles y me dueles mucho y procuro  entretenerme en cosas que te mantengan alejado de mi mente. Pero entonces por aquellas cosas del destino, el destino que es tan sabio trae aquellos momentos que guardo con recelo en mi corazón, y de pronto apareces al escuchar alguna u otra canción, o al leer algún texto, o algún lugar, por no decir que todo aquí tiene tu imagen...

Sé que nuestros caminos están tan marcados por diferentes senderos, pero es que quizá eres de esos amores que se entierran hasta los huesos. Que se clavan en lo más profundo de tu ser, de tu corazón y de tu mente, que no importa cuánto tiempo pase o cuantas personas lleguen a tu vida después de él, lo importante es que cuando los recuerdas aun sonríes o llegas a sentir un dolor tan intenso que sientes que te parte la columna vertebral; justo como me sucede a mí hoy.

Sonrió cuando recuerdo esas características de ti. Tu modo forma de sonreír. Aquella ternura que reflejaba tu mirada. Algunas tardes junto a ti. Aquella manera tan tuya de hablar como todo un hombre maduro, aquellas conversaciones en donde yo era parte de tu futuro. Aquellos sueños que juntos compartíamos...

Sonreír al recordarte es sumamente fácil, lo realmente difícil es poder evitar que mis ojos tiendan a cristalizarse y de forma instantánea rueden  lágrimas por mis mejillas.

¡No mentiré! Ya que no ha pasado un solo día en que no desee tenerte a mi lado y de cierta forma poder repetir los días pasados. Y es que sin lugar a dudas pienso que nos hizo falta una interminable lista de cosas por hacer juntos; me hizo falta decirte que te amo y que te amé como a nadie en este mundo, nos hizo falta más tiempo para caminar tomados de la mano, más tiempo para mirarnos a los ojos y perdernos el uno en el otro; quizá más besos y menos conversaciones, más caricias, más sonrisas y más palabras, un poco de tiempo para darnos más detalles, o quizá para planificar mejor aquellos sueños y anhelos y salir así poder salir en busca de la realización de éstos, me hicieron falta más noches a tu lado, inventando y experimentando más caricias a la hora de entregarnos el uno al otro.

Justo en este instante es donde me doy cuenta cuan valioso es el tiempo y si algo no se detiene es precisamente este. Y a pesar de desear con todo mi ser un poco más, debo reconocer que el tiempo que se nos regaló fue suficiente para plantar todo este amor que aún permanece en todo mi ser, que invade hasta mis huesos, y debo reconocer que de mi parte no existen reproches, me diste todo cuanto pude desear. Debo decir que fuiste el amor más perfecto que aunque quisiera o debiera, sé que no podré olvidar.

Te convertiste en  mi guía y mi luz en aquellos momentos de soledad, fuiste mi razón en los innumerables tiempos de confusión, mi paz y mi calma, fuiste mi amigo, mi compañero, mi confidente y mi único amor; y quien definitivamente siempre estuvo cuando lo prometió. Fuiste quien me soportó en mis peores momentos; me alentaste y me ayudaste a ser mejor, y sin titubear puedo asegurar que fuiste quien me enseñó a hacer verdaderamente el amor. Siempre estuviste cada vez que te necesité, tus brazos siempre los mantuviste abiertos para mí, hasta escuchaste mis locuras por horas y nunca mostraste desinterés, y peor aún fuiste quien soporto con ternura y amor mis horribles cambios de humor, me ayudaste y de cierta forma me enseñaste a crecer, estuviste durante esta transición en la que me convertí de niña a mujer.

¿De verdad pretendes que olvide a la única persona que  nunca me falló y que en todo momento te demostró su amor?


¡Pues déjame decirte Yo, simplemente no puedo!  Pero quizá algunas  veces la prueba más grande de amor es dejar ir a quien amas (la verdad aun me sorprende leer esto, quizá aún no me lo creo). Pero entonces; renuncié a ti, decidí dejarte ir, o por lo menos eso pienso, aunque ardes, hasta mi médula espinal, me dueles unos días más que otros, pero siempre dueles, cada día durante todo este tiempo has dolido. Pero soy de las personas con la idea de que si dos personas están destinadas, sin importar lo que ocurra o el tiempo que pase, estarán algún día juntas, y con esta frase cajón intento convencerme a diario de los motivos por los que estas lejos de mi...

He callado durante algún tiempo y lo sigo haciendo, quizá estés con alguien no lo sé; pero yo no estoy con nadie y quizá en algún momento hubo alguien más; pero debo reconocer que nunca logró ocupar tu lugar.
La verdad no sé si algún día me vuelva a enamorar, solamente sé que este amor es muy difícil de igualar, debo reconocer que estoy bien aunque continúas en mi piel. Quizá algún día exista un pretexto para un reencuentro más.
Hoy encontré un pretexto perfecto para escribirte.
El inicio de un nuevo año de vida, un nuevo año para iniciar nuevos proyectos o para continuar con los que ya tienes, un nuevo año para nuevas experiencias, un nuevo año de vida para estar rodeado de esas hermosas personas que te quieren.
Deseo para ti todas las bendiciones que puedan existir. 
Lluvia de bendiciones para ti Amor de mi vida.
Feliz pero muy FELIZ CUMPLEAÑOS!!!